POSTURAS:

SENTADOS:
se deja al bebé en el suelo, boca arriba. sentados con las piernas estiradas una a cada lado del bebé. También puede uno sentarse en un cojín, con las piernas a horcajadas o cruzadas. Otra posición consiste en colocar las plantas de los pies en el suelo y, levantando las rodillas, sostener al bebé sobre los muslos.
Hay que asegurarse de que uno puede inclinarse cómodamente desde cualquier posición sin forzar la espalda.
DE RODILLAS:
Colocar una almohada o toalla bajo las rodillas y otra entre el trasero y los pies de quien esta haciendo el masaje. Para dar un masaje completo, arrodillarse a los pies del bebé o, si éste ya es algo mayor, dejar que se sostenga entre las rodillas.
APOYANDO CON AYUDA:
Cuando el bebé tiene dos o tres meses, el cuello ya es suficientemente fuerte. En esta etapa ya puede sentarse. Tras arrodillarnos, ponemos los pies juntos y las rodillas abiertas, colocamos al bebé de cara y se le pasa un brazo alrededor del tórax para aguantarlo mientras se masajea con la otra mano.
APOYANDO SIN AYUDA:
Suele ser hacia los siete meses. Tras arrodillarnos, colocamos al bebé entre nuestras rodillas, para que adquiera confianza y para ofrecerle apoyo si es necesario.
ESTILO ORIENTAL:
Arrodillados, colocamos al bebé entre nuestras rodillas, de espaldas, arrodillado él con las piernas dobladas hacia atrás. Si gira los pies hacia fuera es mejor que ponérselos para dentro. Raramente permanecerá así mucho tiempo.